Tras un verano lento de olas irregulares salvando algunos dias puntuales con regalitos bastante curiosos, encaramos con ilusión la nueva temporada con la esperanza de que tengamos grandes y épicos baños, y con salud...
Atrás quedan ya las playas atestadas de gente en el que es casi imposible encontrar tranquilidad y sosiego. De nuevo las mañanas frias de otoño e invierno y las mismas caras en el agua, las de siempre.


