martes, 4 de enero de 2011

Comienzo de año 2011

Sur de España, 7:20 de la mañana, 9 grados y humedad. Sin viento. Mientras cargaba las cosas en el coche me recorría un frío que invitaba a volver a la cama sin lugar a dudas, frío y desconocimiento absoluto de lo que valdría la pena ese madrugón. 7:40 café rápido en una cafetería que sorpresivamente estaba abierta y a la cual no se le podía negar una visita. Coche arrancado y café ante la cara extrañada de la camarera.

Eran las 8 de la mañana del día uno de enero de 2011. Casi amaneciendo llegué a la playa y la instantánea no podía ser más perfecta, dos metrazos limpios y ordenados. Ante la incredulidad de tal perfección saqué fotos como un loco para tener un recuerdo del baño que me iba a dar.

Éramos 12 en el agua, no más, y por suerte muchos conocidos. Gran ambiente acompañado de un mar que no se olvidará para los allí presentes. Mar consistente, ordenado y perfecto. Con esos ingredientes el ambiente que se respiraba no podía ser mejor. Muchas son las crónicas de los baños perfectos, exageraciones o simples percepciones personales que enaltecen la realidad, por ello en este caso no tendré palabras abusivas, en esta ocasión no caben... La realidad habla por sí sola para los allí presentes y verdaderos locos-sentimentales-aficionados-esnobs-normales-currantes-guiris-etc de esta bendita locura -Vicente:"Amor a qué?"- denotaban en sus caras una sensación, que conocida, como suele ocurrir, venía a ser nueva.

Como nota negativa, la ausencia de la gente que querría haber tenido allí, pero esta vez no estaban. Así que una vez superada la idea de ser egoísta y pensar en mí y dejar de acordarme de los que no estaban, disfrutamos de una sesión de 4 horas que en mi vida olvidaré. Lucía el poco sol que la borrasca permitía por lo que el panorama en ocasiones no era muy alentador, pero en contrapartida la calidad del mar era óptima.

Para mí no hubo una forma mejor de empezar el año, pero aún fue más redondo el día con los siguientes dos baños de la tarde y casi de la noche, sin olvidar jamás el domingo 2 de enero entero... Es curioso la calidad que hay cerca de aquí cuando las cosas están bien. No se me olvida la imagen de la mañana del día 1 de enero ni de cuando caía la tarde al final del día. Éstas son las cosas que quedan al fin y al cabo...


En definitiva un día de esos que nunca se olvidan.
Fotos hay muchas que las compartiré con algunos, os dejo las peores del día... ya entrado el medio día y una vez pasado el gran sábado madrugador.

Feliz Año 2011...